El Buda explicaba que había tres cosas que envenenaban el Alma y son:
  • El Apego
  • El Rechazo
  • La ignorancia
El Apego
Nos lleva al aferramiento, a creernos dueños de las cosas y de las personas, de los grupos de trabajo, de los amigos, de los hijos, de la pareja, hasta de los lugares por donde andamos. Si tenemos una reunión y por cualquiera razón no llegamos a conclusiones, pautamos otra reunión para el día siguiente. Y cuando llegamos al día siguiente a la reunión NOS SENTAMOS EN EL MISMO SITIO donde nos sentamos el día anterior. Y si alguien se atreve a sentarse en ese sitio, le decimos: “Estás sentado en mi silla”. El asombro del otro debe ser inenarrable ¿cómo va a ser TU silla si esto es un sitio público?, y la respuesta: “Es que yo me senté allí ayer”. Así funciona nuestra mente. Así aferrándonos a todo. El apego genera celos, agresiones a los demás por creer que nos van a quitar lo que “creemos” que es nuestro, porque en realidad, nada nos pertenece, ni siquiera somos dueños de nuestro cuerpo, porque hemos de dejarlo atrás en el momento de la muerte.
El apego es fuente de sufrimiento porque desoímos la 1ra Gran Noble Verdad: Todo es impermanente. Y si las cosas son impermanentes ¿Qué sentido tiene que nos aferremos a algo que estamos seguros que se va a ir? Ejemplo: Un matrimonio que terminó hace tiempo los hace sufrir por años. Tan solo hay que aceptar que las personas tienen derecho a cambiar de opinión. Como a nosotros mismos: tal vez antes no nos gustaba algo y ahora si nos gusta, y lo contamos con asombro cuando hablamos con los amigos. Decimos: “A mi antes no me gustaba la pizza, y ahora me encanta”.
Pues sí, la gente cambia en todo, actitudes, gustos, actividades, opiniones y el amor no es para siempre en algunos. Cuando se le sugiere a la persona que deje ir aquello que NUNCA FUE SUYO el sentimiento de bienestar es indescriptible.
El apego es la principal fuente de sufrimiento y seguiremos analizándolo.
El Rechazo
Que lleva a la rabia y al odio. Querer que algo no exista, querer apartar algo de nuestra vida es inútil, porque hagas lo que hagas eso que te molesta va a estar ahí.
Tal vez nos moleste ese vecino, pero lejos de entrar en conflicto con esa persona, lo que debemos hacer es averiguar ¿Por qué te causa tanta molestia? ¿Qué cosas estas proyectando en él que son tuyas? Y esas cosas tuyas NO LAS PUEDES ELIMINAR, vas a tener que aprender a convivir con ellas.
El rechazo es la otra fuente de infinito sufrimiento.
La Ignorancia
Desconocer las leyes universales. Desconocer que si haces daño, ese daño que haces de alguna manera va a volver a ti mismo.
Ignorar la ley del karma, ignorar los tres venenos del alma, y en general no conocer las enseñanzas, constituyen un veneno muy poderoso.
Mucha gente piensa: “Como aquel sujeto me cae mal, le voy a hacer daño”, y en realidad está firmando su propia sentencia. Ese daño que hace lo va a recibir indefectiblemente. Lo mejor siempre es mantenerse ecuánime y ofrecer buenas acciones a los demás.
Enfocare quita estos venenos o por lo menos controlamos y edifica la vida que tu quieres.