Pocas cosas son más adictivas que ese aroma al café recién hecho. Soy conscientes de ello, pero no por eso comparto que su consumo tenga también que serlo.

Si eres de las que en algún momento de tu vida has pronunciado eso de: “yo no soy persona si no me tomo un café por la mañana”, deberías seguir leyendo este artículo. Y es que sí, efectivamente está demostrado que la cafeína genera tal adicción que más de la mitad de la población de Estados Unidos consume una media de tres tazas de café al día, de acuerdo con la Asociación Nacional del Café.

Son muchos los estudios que se han elaborado en relación al consumo y adicción a la cafeína, pero mientras llega la resolución definitiva, aquí te propongo algún sustituto del café para desintoxicar tu cuerpo.

  • Té matcha

Seguro que más de una vez te has preguntado qué es esa bebida verde, generalmente espumosa y con un aspecto de lo más exótico.

Se trata de té matcha, que en realidad no es otra cosa que un polvo que es de color verde porque está compuesto por hojas de té molidas. Estas plantaciones de té tienen un color mucho más verde de lo normal, ya que son cultivadas a la sombra para protegerlas de los rayos solares.

Así se consigue un té de un color intenso, más dulzón en sabor, y aunque originario de China, el té matcha ha encontrado en Japón el lugar con más adeptos a sus múltiples beneficios.

Encumbrado al olimpo de los ‘superalimentos’, este tipo de té, que además resulta de lo más fotogénico, es una de las mejores alternativas para sustituir, por ejemplo, el café del desayuno, ya que además puede combinarse con leche.

Hay que aclarar que el matcha contiene su propia cafeína, llamada L-teanina, un aminoácido que hace que si se tienen problemas de sueño sea aconsejable limitar su ingesta a la primera mitad del día.

Detox, energético, bueno para el colesterol… son múltiples los beneficios que acompañan a este té de moda cuyo uso también está extendido a la cocina, sobre todo en postres.

Receta té matcha a modo de ‘matcha latte’:

Ingredientes:

Una taza de desayuno repleta de agua,

150 ml de leche (mejor si se utiliza leche de avena o arroz),

1 cucharadita de matcha por vaso/taza,

stevia al gusto.

Preparación:

Poner a calentar el agua y cuando esté a punto de hervir retirar del fuego y agregar el té. Dejar reposar y batir para evitar grumos (recuerda que es polvo, no hojas de té). Paralelamente, montar una espumita con la leche y mezclar.

  • Infusión chai latte 

Delicioso, reconfortante y con un poquito picante, esta mezcla de especias con la que cambiar tu café de la mañana resulta de lo más seductora. ¿Por qué? Porque además de no incluir ningún tipo de excitante en nuestro cuerpo, estamos ingiriendo alimentos beneficiosos para nuestro organismo como el cacao (si el chai es de cacao), el regaliz, el jengibre, el clavo o el cardamomo, que además de ayudarnos a acelerar nuestro metabolismo, sirven para prevenir enfermedades, cuidar la piel, etc.

Lo bueno de esta infusión es que, al igual que sucede con el matcha, también se puede combinar con leche, lo que visualmente (y aquí el componente psicológico de la taza de café) nos allana el camino para prescindir de esa adictiva taza de café en el desayuno.

Receta del chai latte

Ingredientes:

Una taza de desayuno repleta de agua.

Lo más habitual es comprar este té (que no es té) en bolsitas, así que una unidad por taza,

leche, se puede utilizar la que se quiera,

stevia al gusto

Preparación:

Es tan sencillo como hacer un té o una infusión normal a la que luego le agregamos la leche, sobre todo para rebajar ese sabor tan especiado que presenta la mezcla chai.