La espiritualidad es la mejor vía para conectar con tu Esencia, con el verdadero ser o con aquello que «no tiene nombre» también es el mejor antídoto para combatir muchos de los males de nuestros tiempos: el materialismo, el egoísmo, el capitalismo inhumano, la destrucción del medio ambiente, etc. Esta realidad espiritual está cada vez más de moda en nuestra sociedad, lo cual es motivo de celebración.  Sin embargo, esa nueva espiritualidad que empieza a correr como la pólvora por todas partes es falsa espiritualidad, una nueva forma de egocentrismo y postureo

• 1 Usas la espiritualidad con frecuencia para definir lo que eres

Te gusta mucho decir que eres espiritual, y que los demás sepan, digan y te consideren una persona espiritual. Es normal, porque la identidad es tu ego, y al ego le duele no ser reconocido. Sin embargo, la espiritualidad conduce a la disolución del ego y de la identidad. Por tanto, a una persona espiritual le trae sin cuidado definirse como tal, o que los demás piensen que es o no espiritual. Es como es, y punto.

• 2 Ser espiritual te hace sentir superior a los demás.

El hecho de considerarte espiritual te hace sentir bien contigo mismo, lo cual es fabuloso. No obstante, en tu euforia y satisfacción, también te sientes superior a quienes no son espirituales. Es decir, la “pobre” gente materialista, poco evolucionada, o que sigue dormida en la perversa matrix de la que tú sí has podido escapar. Sin embargo, espiritualmente no existen jerarquías y todos somos uno.

• 3 Usas tu falsa espiritualidad para seleccionar, rechazar o menospreciar a otras personas

Al ser muy espiritual, intentas estar con personas o grupos espirituales. Y rechazas a las personas que no comparten tus “evolucionadas” ideas espirituales, llegando incluso a menospreciarlas. Sin embargo, la espiritualidad es sinónimo de inclusión, aceptación, tolerancia y fusión con los demás y con el todo. Así pues, estás usando la espiritualidad como pretexto para crear lo contrario, un ego exclusivista, intolerante y rechazador.

• 4 Practicas yoga, meditación u otras disciplinas “espirituales”, y estás deseando subirlo a las redes sociales

Practicas yoga, meditas 2 veces al día, haces chi kung… o realizas cualquier otra disciplina relacionada con lo espiritual. Ello te hace sentir bien, y estás orgulloso. Tanto, que te encanta subirlo a instagram, Facebook o demás redes sociales. En cuanto puedes, pones una foto en la naturaleza haciendo el pino, o te haces un selfie en posición de loto con un  paisaje de fondo.
¿Por qué? Porque necesitas reconocimiento y aprobación externa. Y porque quieres que los demás sepan que eres espiritual, lo cual es muy cool. Eso refuerza tu identidad, y construye un ego basado en la espirtualidad y el postureo. Pero, por supuesto, te aleja de la verdadera espiritualidad, que siente indiferencia por todo lo anterior.

• 5 Eres vegano, animalista, voluntario…pero te enfadas y culpabilizas a aquellos que no lo son

Obviamente, si eres espiritual, amas la tierra y al resto de seres como si fueras tú mismo, sin importar especie, raza, edad, religión u orientación sexual. Por ese motivo, no te gusta la discriminación, ni nada que agreda el medioambiente.  Todo esto es fantástico pero, paralelamente, también te enfadas, juzgas, menosprecias, rechazas y culpabilizas a aquellos que no son como tú. Y es que tu falsa espiritualidad te hace creer que sólo tú tienes la razón. Cosas de tener un gran ego, con muchas carencias y traumas no superados.

• 6 En base a tu falsa espiritualidad aspiras a ser 100% luz, equilibrio, calma, armonía…

Como quieres ser espiritual y te identificas 100% con la espiritualidad, quieres irradiar siempre luz, equilibrio, calma, armonía, amabilidad… Eso no es sano; sino, más bien, enfermizo y aterrador. Dejar tu oscuridad oculta en un rincón de tu psique fractura la personalidad, y hace que esa sombra quede latente, esperando aflorar de forma incontrolada cuando menos te lo esperas. La gente que reprime su parte violenta en público, suele ser agresiva en la intimidad con su pareja, o sus hijos. Incluso, puede convertirse en asesino en serie. Es más sano y constructivo dar un grito de tanto en cuanto, apuntarse a artes marciales o ser un pervertido de mutuo acuerdo con tu pareja.

• 7 Te apuntas compulsivamente a innumerables actividades y formaciones de tipo espiritual

Te apuntas a talleres de meditación, sesiones de sanación a distancia, monográficos de PNL, demostraciones de constelaciones familiares, cursos de Reiki… O cualquier otra actividad y formación de tipo espiritual.
Lo haces porque estás lleno de carencias, traumas y necesidades personales que deseas resolver o mejorar a toda costa, y quieres ser reconocido como una persona espiritual y reforzar tu falsa espiritualidad

• 8 Quieres realizar terapias espirituales a otras personas, pero tienes más ego y carencias que tus propios pacientes

Probablemente, al participar en talleres y formaciones espirituales que te permiten mejorar, haya surgido en ti el deseo de ayudar a otras personas. Ello te habrá motivado a ser instructor de yoga, coach, sanador cuántico, profesor de meditación, maestro de Reiki…Y es algo admirable. Desgraciadamente, al cumplir con los  puntos anteriores, es muy posible que aún no estés preparado para ello. ¿Por qué?
Porque seguramente estarás más desequilibrado, herido y roto que tus propios pacientes. Y entonces, más que ayudar, desequilibrarás, y proyectarás en los demás tus propios problemas.

• 9 Tu falsa espiritualidad te acaba convirtiendo en un falso gurú

Los falsos gurús son bastante peligrosos, además de malos terapeutas y consejeros. Además, a nivel personal, resulta muy complicado establecer con ellos una relación sana, ya sea como amigos, amantes o pareja. Les gusta que te abras y les muestres tus debilidades, pero tienen muchas dificultades para abrirse y mostrarte las suyas. El motivo es que se conocen poco a sí mismos, o bien tienen miedo a mostrarse vulnerables. Les encanta analizar tus problemas y defectos, pero si tú haces lo mismo, se bloquean y se cierran en banda. Si insistes, se vuelven agresivos y resulta imposible seguir hablando. Sus múltiples traumas o carencias personales son demasiado dolorosos como para permitir que tú hurgues en ellos y los destapes. Raramente piden perdón de forma sincera y de corazón, suelen tener demasiado orgullo y soberbia.

• 10 Te molesta (y mucho) lo que has leído en este artículo

Si tu espiritualidad es falsa, va a molestarte muchísimo lo que acabas de leer en este artículo. Sin embargo, si es verdadera, todo esto te importaría muy poco. Tu ego estaría diluido, y no se sentiría atacado. Te tomarías con sentido del humor todo lo que has leído, y hasta te reirías un poco de ti mismo.

De hecho, en este mundo material y materialista, son pocas las personas que son  verdaderamente espirituales. Reconocerlo y tomárselo con un poco de humor son los mejores síntomas de estar encaminado hacia la verdadera espiritualidad.

Texto de yazz tejero